6.11.12

La Exogamia en Bettas.

Todos sabemos que los mejores consejos que podemos recibir (y que seguimos) sobre como criar peces de calidad show son: tener buena calidad de peces, establecer líneas y mantenerlas tan puras como sea posible. Para mantener una línea pura a menudo se usa la endogamia como método de cría. La endogamia en nuestras líneas significa que las crías de peces estarán relacionadas estrechamente entre sí genéticamente, como el hermano con la hermana, el padre con la hija, etc. Una técnica conocida como “linecrossing” es usada por algunos criadores para mantener estable su línea, y que también en términos generales tiene mucho que ver con la endogamia. 

La exogamia es lo opuesto a la endogamia, es decir, que el apareamiento es entre peces no relacionados genéticamente entre sí desde cuatro o cinco generaciones atrás. Ahora la razón por la que algunos criadores exitosos lo hacen, pero desaconsejan probarlo es porque genéticamente es como una ruleta rusa, no sabes que te va a tocar. Un cruce exogámico requiere que las líneas que se junten tengan una compatibilidad muy alta entre sí. La posibilidad de encontrar dos cepas compatibles es muy alto, si trabajas al mismo tiempo varias líneas durante varios años. Pero tener un ejemplar excepcional con esta técnica a menudo se convierte en un golpe de suerte sino seleccionas de manera inteligente lo que quieres conseguir. 

Es evidente que la ruta más rápida para mejorar y marcar las líneas de cría es a través del método de cría endogámico (inbreeding). En la endogamia cuando se combinan los rasgos deseados, sin duda aumentará la obtención de buenos resultados en los descendientes con esas características que buscamos, aunque ojo, indudablemente también los malos. 

Sin embargo, existen características deseables que ninguna serie de cruces endogámicos podrá dar a tu línea. Y a menudo se convierten en la única alternativa para poder tenerlas, pese a ese sesgo de peligroso azar. Afortunadamente existen maneras de mejorar las posibilidades usando la exogamia y obtener los máximos resultados durante las generaciones posteriores. 

Antes de continuar con las buenas razones de la exogamia, quisiera señalar las no tan buenas razones para hacer estos cruces. Cuando haces estos cruces exogámicos por simple curiosidad de saber que saldrá, no está mal, pero en el siguiente cruce plantéate un objetivo o una razón para ese siguiente cruce que vayas a hacer. Pues la descendencia obtenida a través de estos cruces son simplemente híbridos, accidentes genéticos que no hacen mucho bien a la afición, ni aportan nada si no continúas trabajándolo. 

Para trabajarlo debes tener siempre presente que los sistemas biológicos son muy complejos. Hasta la más simple característica de un organismo, es una construcción compleja que involucra a muchos miles de componentes químicos. Cuando observamos un rasgo característico y deseable en un pez, hay probablemente muchos diferentes caminos con los que podemos empezar a trabajar para obtener la forma y color que buscamos. Las líneas que genéticamente son diferentes, utilizan distintos mecanismos biológicos para generar múltiples rasgos deseables que poco a poco podrás ir trabajando. Si esto es así, la exogamia en tus líneas te dará resultados reales desde dos o más rutas diferentes dirigidas hacia un mismo fin, aunque tardarás muchas generaciones para poder llegar a conseguirlo. 

Un Ejemplo en la Caudal del Halfmoon 

Hay que considerar que la aleta caudal del Halfmoon es la forma favorita en las exposiciones de bettas. La media luna en forma de “D” con los rayos de las aletas más exteriores que se extienden hacia la periferia y que juntos forman un ángulo de 180 grados. Una aleta de este tipo requiere que se cumplan una serie de criterios para que pueda ser definida como tal. 

Una característica en particular que debe darse es que los rayos exteriores deben ser rectos y con una longitud proporcional al resto de los rayos de la caudal, de modo que no exista ni una sola curva en la punta o en la base de la aleta. Indudablemente, el área de la aleta también debe ser grande y esto puede lograrse de diferentes maneras: 

Una manera de crear esta expansión hasta los 180 grados, sería incrementar el número de rayos primarios en las aletas. Los bettas de exposición a menudo muestran 10 rayos en sus aletas - o un máximo de 14 rayos - . Aún así, incluso teniendo el máximo número de rayos primarios, tendrá una marcada influencia en el área general de la aleta del betta además, la manera en que nazcan las ramificaciones y la posición de la ramificación a lo largo de estos rayos primarios. 

Otras Rutas 

Damos por hecho que la ramificación terciaria es lo que generalmente y como mínimo esperamos encontrar en un betta halfmoon. El término “ramificación terciaria” se refiere a la condición en la que el rayo primario se ha ramificado en dos rayos secundarios, que a su vez han ramificado en dos rayos terciarios, de tal modo que un simple rayo primario se haya ramificado al final en ocho rayos en el margen de la aleta caudal. Los Halfmoon con ramificaciones de rayos cuaternarios o más no son frecuentes, pero deseados. 

La tercera vía para obtener la aleta caudal grande es previendo. La membrana entre los inter-rayos puede aumentar. De hecho, inusualmente esta larga membrana puede observarse en algunas líneas crowntail, aunque nunca he visto que se aproveche esta característica para aumentar e incrementar la membrana en las líneas halfmoon. 

Cada una de estas rutas para la obtención de Halfmoon – a través del aumento de rayos primarios, la ramificación cuaternaria o más y la membrana – implican un número increíble de mecanismos biológicos para lograrlo. Por ejemplo, el incremento de la membrana entre los inter-rayos puede ser el resultado del gran número de células en la membrana de estos peces u, otra posibilidad es que las propias células en realidad sean de gran tamaño. Igualmente, en los trabajos recientes con el pez cebra se ha demostrado que las aletas que tienen un mayor número de rayos implican también una instrumentación increíble de varios genes. De este modo, podríamos esperar que los diferentes alelos de estos genes pueden ser la base de la considerable variación en los patrones de ramificación que vemos. 

Teorema Fundamental de Fisher 

Este Teorema en especial es fundamental debido a las especies que trabajamos y a su complejidad como sistema biológico. Fisher asegura que la producción de cualquier característica estructural implica múltiples actores y, por lo tanto, cualquier número de rutas diferentes para obtener progresos. Cualquier variación genética contribuye a que una característica sea una oportunidad para mejorar una línea. De hecho, esto es una simple regla práctica de carácter general en génetica. 

Ronald Aylmer Fisher, un famoso genetista y biólogo evolucionista trabajó en ello desde 1920 hasta 1940, se le atribuye en muchos aspectos, a través del uso de diversas herramientas matemáticas, donde las ciencias genéticas y la evolución, no solo eran compatibles, sino que en realidad eran íntimamente interdependientes de la sabiduría convencional. 

Fisher codificó los resultados en el “Teorema Fundamental de la Selección Natural”, publicado por Fisher en su libro de 1930 titulado en inglés “The Genetical Theory of Natural Selection” donde afirma que: El ritmo de aumento en adaptación de un organismo en cualquier momento es igual a su variación genética en adaptación en ese momento. 

George R. Price, un genetista estadounidense, mejora sustancialmente esta formulación matemática, para los interesados, se le conoce como Ecuación de Price. Ambos plasman la idea clave acerca de que la tasa mejora a partir de una característica adquirida durante la selección natural, dependiendo de la cantidad de variación genética que tenga esa característica. 

Para los criadores de animales, la lección que nos deja es muy simple: La variabilidad es la materia prima de la evolución. Para que la selección natural pueda actuar sobre un carácter, debe haber algo que seleccionar, es decir, varios alelos para el gen que codifica ese carácter. Además, cuanta más variación haya, más evolución hay. De este modo, Fisher demostró matemáticamente que cuantos más alelos existan para un gen, más probabilidad hay de que uno de ellos se imponga al resto (se fije). Esto implica que cuanta más variabilidad genética exista en una población, mayor será el ritmo de la evolución. 

Puesto que la variación genética es el equivalente a que existan más rutas biológicas para obtener esa misma característica al final de nuestra línea, el criador tiene la posibilidad de utilizar una línea genéticamente diversa para mejorar esa línea por exogamia. 

Si existen tantas ventajas en la exogamia, ¿por qué es importante saber cuando es el momento apropiado de meter endogamia en una línea? 

Unas líneas de reflexión aclararán esta pregunta: Cuando uno cría cualquier pez, los hijos adquieren las características genéticamente deseables en una línea, pero es inevitable que también herede todas sus debilidades genéticas. Es por eso que es importante conocer lo más que se pueda acerca de los antecedentes en sus deformaciones, enfermedades y puntos débiles de la línea que mantenemos. 

Volviendo a las buenas razones de la exogamia, en mi opinión, existen al menos cinco buenas razones en los que es apropiado hacerla. 
1) Cuando una línea establecida no produce las suficientes características que deseas (una fuerte y grande dorsal por ejemplo). 
2) Cuando existen problemas de infertilidad en la línea. 
3) Para obtener híbridos de gran calidad (asegurándote de disponer de la suficiente reserva genética en tus líneas). 
4) Cuando hayas adquirido únicamente un macho y no tengas hembras adecuadas para él. 
5) Para empezar a crear tu propia línea. 

Me gustaría hablar de cada una de estas situaciones en detalle, sobre todo sabiendo lo arriesgado que es hacerlo en una línea establecida, de manera que sepamos como proceder después de hacer este cruce exogámico, ya que es un poco diferente dependiendo el caso que sea. Sin embargo, prefiero dar importancia a las dos primeras situaciones. 

En la primera, donde tienes una línea establecida, pero que no has conseguido que tenga las características idóneas que necesitas, la exogamia puede ser la solución. Por ejemplo, digamos que estás trabajando una línea de peces rojos, pero el rojo no es tan rojo como lo deseas. Y no es así, porque no tiene esa intensidad en sus genes, por lo tanto, ningún cruce endogámico que realices podrá producir el super red que deseas. Ahí es donde debes poner un nuevo ejemplar super red. 

Otro ejemplo, en tu línea estás intentando obtener una dorsal más fuerte y grande. En esto es posible que a través de la endogamia y los años puedas conseguir lo que deseas. Sin embargo, con un cruce exogámico podrías obtener esa dorsal más grande en menos tiempo. 

Al hacer este cruce ¿perderás las características originales de tu línea establecida? No, mientras sigas en marcha tu línea endogámica, de otra manera será un cruce y tiempo perdido. 

Aunque lo ideal es que el nuevo cruce exogámico sea proveniente de otro criador de línea establecida, de manera que conozcas al detalle los ancestros y problemas que puede acarrear ese nuevo ejemplar en tu línea y con ello fijar fielmente las características en sus descendientes. 

Pongamos un Ejemplo. 

Basándonos en nuestra anterior discusión acerca de los Halfmoon. Digamos que un criador llamado Juan cría excelentes Halfmoons azules, pero estos peces tienen un defecto menor, presentan una leve coloración roja en las aletas ventrales. Imagina ahora a un segundo criador llamado José, que solamente cría excepcionales Halfmoons azules, pero los peces de José tienen un defecto menor, algunas partes de las las aletas pectorales carecen de color. Ahora, José y Juan han hecho un intercambio, calculando correctamente que ambos tienen los peces con las aletas dorsales con más ramificaciones de sus líneas que han logrado a través de alguno de los mecanismos genéticos. 

Existen altas probabilidades de que ambos obtengan peces de aletas excepcionales, pero también pueden encontrarse que tienen peces con aletas ventrales rojas y/o pectorales incoloras. Es decir, en la exogamia también existe la posibilidad de que se combinen rasgos no deseables para poder obtener los rasgos que deseamos. Por lo tanto, es una desventaja enorme para la exogamia. Una línea de alta calidad puede heredar además los defectos de la otra línea y ser nuestra ruina. 

En otras palabras, debes cuidar que los peces que incorpores, provengan de líneas establecidas que tengan las mismas ventajas que tienes en tus líneas, para asegurar esas mismas características en los descendientes pero además algunos hereden ese rasgo particular que estás buscando. 

Cuando encuentres una línea que reuna lo que estás buscando. Debes cruzar a tu mejor macho con dos o tres hembras de la línea exogámica y al mejor macho de la línea exogámica ponerlo con varias hembras de tu propia línea establecida. Esto hay que hacerlo así, porque recordemos que estamos en una ruleta rusa y no sabemos que camino habrá sido el mejor. Por supuesto está de más decir, que los alevines y juveniles que resulten debes mantenerlos separados hasta determinar que cruce es el que ha salido mejor. 

La descendencia de un cruce abierto lo denominaremos como F1, la siguiente generación como F2 y así sucesivamente. Si hemos tenido suerte y encontrásemos un macho en la generación F1 que presenta las características de tu línea original y que también tiene la característica de la línea exogámica. Lo que ha sucedido simplemente es que hemos hecho bien este cruce y se ha presentado como dominante la característica que estábamos buscando, sucede alguna vez y si pasase, es necesario hacer un cruce entre ese macho de la generación F1 con hembras de tu línea original (recuerda que hay que seguir manteniendo la línea original). Este es el camino adecuado, trabajar nuevamente la línea original tan pronto como sea posible tras un cruce exogámico. 

El cruce entre el macho F1 y las hembras de tu línea original será la generación F2. Continuarás haciendo esto, utilizando solamente las hembras de tu línea original, ya que debes seguir trabajando y reforzando tu línea establecida. 

Bueno, hemos estado hablando acerca de que desde la generación F1 obtengamos lo que deseamos. Muchos cruces exogámicos no correrán la misma suerte, es decir, que no aparecerán durante la primera generación. Pero eso no significa que los desechemos, los genes están ahí aunque no haya aparecido en la generación F1 y simplemente no ha aparecido por dos razones: 1) La característica es recesiva o 2) Solamente la portan las hembras. 

Si la característica que buscamos no aparece en la primera generación, deberemos criar a los hermanos de la generación F1, para averiguar si es que es un rasgo recesivo. Si es recesivo, tiene un 25% de posibilidades de que aparezca en la descendencia de ese cruce de hermanos. Suponiendo que sea recesivo, los descendientes de ese cruce se les llamará F2 que pondrás con hembras de tu línea original, que has guardado precisamente para este propósito. Esto te dará la generación F3 de nuestro cruce exogámico. 

Esta generación F3 volverá a mostrar ese rasgo de manera recesiva (a partir de aquí puede sonar complicado, pero en realidad no lo es). Debes recordar, que lo que queremos decir cuando indicamos que es un rasgo recesivo, es que un individuo no mostrará físicamente un rasgo recesivo a menos que él (o ella) tenga ambos padres con esos genes. La generación F3 tiene un padre de gen recesivo y una madre de línea original que no porta el gen recesivo, por lo tanto solamente algunos de los hijos tendrán ese gen recesivo. El siguiente paso es criar hermanos con hermanas de la generación F3, de manera que el 25% de esos cruces vuelvan a mostrar físicamente ese rasgo recesivo. Este es el mismo camino que debes seguir con los machos de la generación F1, de manera que tengamos la posibilidad de obtener varios posibles caminos para mejorar esa línea establecida. 

En resúmen, cuando se trata de agregar una característica particular en una línea establecida, pueden suceder tres cosas en la generación F5: 

1) La característica deseada sea dominante. 
2) No se muestre en la primera generación, ya que es recesiva. 
3) No se muestra en la primera generación, ya que solamente las hembras son portadoras de esa característica. 

La característica dominante y la recesiva portada por hembras, son las más fáciles de manejar. El rasgo recesivo más difícil. Pero en cualquiera de las tres opciones, el objetivo es criar la nueva característica en la línea original tan a menudo como sea posible. 

Este método de cría significa un paso atrás en tu línea original, pero también estás purificándola y con cada correcto cruce la línea exogámica se acercará cada vez más a tu línea original. También puede darse el caso de que desde el primer cruce por alguna razón se pierdan las características originales, bien por mala suerte o mal criador de la línea exogámica, en todo caso como principio de prevención es continuar manteniendo tu línea original a través de la endogamia. 

Ahora vamos a pasar a la segunda situación, en la que creo que es un momento apropiado para aplicar el método exogámico. Es el caso de una línea establecida que ha desarrollado defectos genéticos tales como infertilidad, espinas, rayos o aletas torcidas, aletas ventrales pequeñas, susceptibilidad a enfermedades, etc. Una línea establecida que va deteriorándose rápidamente debido a un problema genético (pero que aún es bella o valiosa de alguna manera), a veces puede ser rescatada mediante una exhaustiva selección del criador sin recurrir a un cruce exogámico. Deberías tratar en primer lugar intentarlo por ese lado antes de realizar el cruce abierto. 

Antes de seguir con esto, permítanme decir que la endogamia puesta correctamente por largas generaciones, no es tan perjudicial. Cuando una línea establecida desarrolla problemas genéticos en unas pocas generaciones es porque los padres de la línea original tenían algún problema invisible que se ha presentado en líneas posteriores y que por lo general se traduce en forma de deformaciones o falta de fertilidad. 

Este tipo de problemas nos suceden hasta al mejor de nosotros. Y es un problema grave. Después de todo, si surgen esos problemas en una línea joven, indudablemente se perderá. O bien, una línea establecida comienza a tener un alto porcentaje de juveniles deformados en cada freza, pero los peces sobreviven a pesar de esa deformación. Debes recordar que no estás salvando vidas, sino una línea establecida y por ende la afición. 

Así que debido a los cruces que estés haciendo y no importando lo cuidadoso que seas, siguen naciendo deformidades, puedes intentar el cruce exogámico, aunque también deberás considerar no continuar reproduciendo algunos de esos ejemplares. Porque no obstante, debes mantener la línea original y seguir trabajándola como en la primera situación pero eligiendo los ejemplares que no posean esa característica negativa de tu línea hasta conseguir machos juveniles fuertes, perfectos y vigorosos que continúen con tu línea de hembras original. 

Sin embargo, si tienes suficientes acuarios, también puedes intentar trabajar con los machos de tu línea original. Con esto quiero decir que pongamos las hembras exogámicas con los machos de tu línea original. Desde mi propia experiencia, se obtienen mejores resultados a través de las hembras de tu línea establecida. Pero si tienes espacio, no estaría de más intentarlo en ambos sentidos. 

¿Existe alguna manera de obtener los beneficios genéticos de la exogamia y evitar los costos que pudiera acarrear usar este método? La respuesta es sí. Si un criador que utiliza el método exogámico para obtener la mayor cantidad de variación genética posible y continúa con varias generaciones de endogamia, en el que el criador selecciona cuidadosamente los rasgos positivos apartándolos tajantemente de las características no deseadas, el efecto en bruto del cruce original será solamente pasar las características genéticas deseadas a varios peces de la misma línea. El trabajo de eliminar absolutamente todos los rasgos indeseables de la línea resulta difícil, de hecho es tan difícil que estos cruzamientos deben hacerse únicamente solamente en líneas de calidad similar o superior a la propia y que se conozcan sus ancestros para poder hacerla más fuerte genéticamente. 

 Tal vez, no he dicho todo aquello que sea necesario para hacer correctamente el método exogámico en las distintas situaciones. Sin embargo, lo único que debes recordar es que al hacer un primer cruce exogámico, lo único que has logrado con ello es mezclar y obtener una variación genética importante, pero nuestro objetivo es mejorar nuestra línea establecida para lo cual hay que trabajar en las cuatro o cinco generaciones siguientes, de manera que podamos acumular lo suficiente todos los genes recesivos deseables en nuestra línea original.

Fuentes consultadas: FishChannel, IGEES

Elaborado por Azucena Gual

A falta de poner fotos y esquemas para que esté completamente terminado el artículo, me gustaría leer tu opinión acerca de este tema ;)

7 comentarios:

Mr. Betta Mexico dijo...

Como siempre me dejaste con un dolor de cabeza tremendo, excelente articulo espero poder obtener tu permiso y usarlo en la siguiente edicion del Fanzine de BSM, que porcierto ya por fin estoy por terminar el numero donde sale tu articulo de la expo de Bettas.

Azul dijo...

Sin problema si le pones fotos tú jeje que es lo único que le hace falta =D
Besos

Edwin Céspedes dijo...

Hola, muy interesante e instructivo tu artículo, pero me quede con un par de dudas que espero me apuedas ayudar a aclarar... A la hora de realizar la exogamia qué es mejor, usar un macho externo a la línea establecida o una hembra?... Al introducir o reforzar una característica en la línea establecida es más probable que el gen recesivo se presente más en hembras que en machos o el sexo no implica? Espero me puedas ayudar con estas dudas y nuevamente, Felicitaciones por este excelente artículo!

Azul dijo...

Hola Edwin,

Yo lo he probado en mi línea de melanos donde introduje a un macho externo Steel Blue Multicolor que no portaba el gen melano. Posteriormente volví a mi línea tanto con las hembras como machos de esta unión, donde tenían el 25% de probabilidades que heredaran el gen recesivo. En la siguiente descendencia de todos los cruces, las hembras eran las que lo portaban al 100%, lo curioso es que al volver a cruzarlas con azules con melano recesivo, únicamente apareció fenotípicamente en las hembras de algunos cruces. Por lo que estoy convencida de que es la hembra la que refuerza y trae lo que necesitamos recesivamente.

Eduardo Saucedo dijo...

Me parece interesante. Voy a tocar un poco la ética para pedir tu opinión al respecto. Ya vez que la cruza exogámica permite mayor variedad de genes y a su vez, mejor probabilidad de adaptabilidad, salud y capacidad de sobrevivir. Usualmente los cruces endogámicos se usan para obtener características de color y forma, y no he visto artículos que expongan cruces para mantener la salud y las características que mencione anteriormente. ¿porque no se toman en cuenta más estos factores?, que desde mi punto de vista son más importantes que el color y forma. Y porque se sigue usando los cruces endogámicos a pesar de que sabemos que generan problemas de salud a un nuevo ser vivo?

Unknown dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Unknown dijo...

Hola, muy buen aporte, para enriquecer el trabajo genético. La endogamia no es el diablo, son las personas desinformadas que la utilizan sin sentido y de esta forma generan problemas genéticos morfofuncionales. Es una herramienta más para obtener fenotipos deseados siempre y cuando se utilice con responsabilidad. En rollos morales extremos somos pecadores y culpables por reproducir animales en cautiverio que en la naturaleza no existen. Y quizás esto nos convierta en malas personas y seres despreciables. Pero creo que es una de las habilidades maravillosas del ser humano, poder adaptar sus entorno biótico y abiótico para satisfacer desde las necesidades más básicas hasta los más vanos caprichos.

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